Diversas organizaciones de la sociedad dominicana convocaron el pasado domingo 15 de julio de 2018 a una «Caminata por la Vida, la Salud y la Dignidad de las Mujeres Dominicanas». Las organizadoras tenían como punto central de su reclamo la despenalización legal del aborto en las tres causales tipificadas internacionalmente: el riesgo de la vida de la madre, la malformación del feto incompatible con la vida y la violación.
En ese contexto, el sacerdote Mario Serrano Marte, miembro de nuestra congregación religiosa, emitió varios mensajes por redes sociales, afirmando su apoyo y promoción de dicha caminata y del reclamo por la despenalización del aborto en las tres causales.
Ante esta declaración, la provincia de Las Antillas de la Compañía de Jesús hace saber a la opinión pública que está de acuerdo con el magisterio y la moral de la Iglesia Católica que se oponen al aborto directo. También hace saber que como cuerpo apostólico no comparte las declaraciones hechas por el sacerdote Mario Serrano a título personal. El Papa Francisco escribe bajo el título «Ideologías que mutilan el corazón del evangelio» en su exhortación apostólica Gaudete et exultate del 19 de marzo del 2018 (n.101): «La defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada, porque allí
está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo».
También desea comunicar que los superiores religiosos han estado dialogando con los obispos y el propio Mario Serrano con el propósito de aclarar eclesialmente lo acontecido. El tema es de interés común y especialmente para una Iglesia que quiere ser signo en medio de la sociedad de hoy.
Reiteramos nuestro compromiso con todas las mujeres en situación de riesgo o de conflicto. No se trata de condenar a personas en situaciones extremas. Queremos estrecharles la mano y asegurarles nuestro apoyo; esta es la postura cristiana. La defensa de la vida es indivisible. Queremos defender la vida desde la concepción hasta la muerte en todas sus dimensiones, en los niños al igual que en sus madres, en ancianos y migrantes, en personas sufrientes, explotadas y abusadas de múltiples maneras. Y queremos la luz del Espíritu para discernir con toda la Iglesia cuando nuestro juicio enfrente situaciones límite.
Pedimos a nuestro Señor Jesucristo que nos fortalezca para encontrar los caminos para defender la vida de todos los seres humanos, vida sagrada por ser imagen y semejanza del Creador.
COMPAÑÍA DE JESÚS – PROVINCIA DE LAS ANTILLAS