Los Obispos de la República Dominicana enviamos un saludo a la nación desde la 57ª Asamblea Plenaria que cada año llevamos a cabo para planear y evaluar el trabajo pastoral y social que realiza la Iglesia. En el marco de la reunión reflexionamos, entre otros temas, sobre el intento de la implementación de una política de género por parte del Ministerio de Educación de la República Dominicana, situación que nos mueve a continuar alertando a la población acerca de la evolución que el concepto género ha tenido en las últimas décadas, que sin lugar a duda, conllevaría a aceptar agendas nocivas en el proceso educativo.
Creemos en la equidad e igualdad de derechos y oportunidades entre el hombre y la mujer; entendemos que esto es a lo que la mayoría de la población aspira; consideramos la necesidad de eliminar el término género de la política educativa para evitar la intromisión de la odiosa y destructiva ideología de género que estamos seguros la mayoría de la sociedad no desea.
Como expresamos recientemente a través de un comunicado, ratificamos nuestra posición: la Orden Departamental 33-2019 carece de sustento que permita su aplicación. No podemos olvidar que en todos los países de América Latina la aplicación de una política de género, llamada así, ha abierto la puerta para la entrada de ideologías que destruyen la familia, los valores y cultura, así como, desconocen conceptos científicos que son irrefutables.
En tanto, solicitamos que se derogue la Orden Departamental 33-2019 para poder iniciar un diálogo abierto, democrático, transparente y participativo. Por esto, apoyamos la iniciativa de laicos que se manifestaron con el lema “Con mis hijos no te metas”, pues son los que tienen más derecho para exigirlo.
La Iglesia siempre ha estado abierta al diálogo y a participar en los procesos que puedan contribuir al desarrollo de propuestas que construyan una sociedad más equitativa. A este respecto, en cuanto al tema de la Educación la Iglesia buscará siempre que se parta de bases y premisas que reflejen una antropología basada en la justa razón.
Exhortamos a todos los dominicanos a unirnos para llegar a sentar las bases de un diálogo que pueda construir un sistema que logre elevar el nivel educativo a la altura a la que la República Dominicana merece y que soñamos.