Homilía de Mons. Francisco Ozoria en la dedicación de la Iglesia Santa Bárbara

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febrero 4, 2020

Homilía de Mons. Francisco Ozoria Acosta, obispo castrense y arzobispo de Santo Domingo, en la dedicación de la Iglesia Santa Bárbara y elevación a Iglesia Catedral Castrense.

  1. El Templo Santa Bárbara.

La construcción de la Iglesia Santa Bárbara se remonta al siglo XVI, probablemente al séptimo lustro. “Justo en una zona de la ciudad ubicada al margen del Río Ozama, próximo a lo que era el muelle más importante de la época y que dio paso a la creación de una barriada cuyo oficio principal era la marinería”.

Se abría paso a la veneración en Santo Domingo, de la Patrona de los Marineros y de las tormentas, en una iglesia que fue bautizada con el nombre de “Santa Bárbara de los Hombres de la Mar”, que fue la primera parroquia sufragánea de América.

Tiempo después, al construirse la muralla de Santo Domingo, y con ella una guarnición militar bautizada con el nombre de “Fuerte de Santa Bárbara”, los hombres de armas dedicados en aquella época a la defensa de la ciudad tenían una interacción directa con la Iglesia de Santa Bárbara, construida dentro del mismo Fuerte.

La Iglesia de Santa Bárbara se convirtió, desde entonces, en uno de los monumentos históricos más emblemáticos del Santo Domingo colonial y es un referente obligatorio tanto para nuestra historia común como para el camino de evangelización emprendido por la Iglesia en la República Dominicana y en todas las Américas.

Como saben, el pasado 19 de diciembre, realizamos la inauguración oficial de este reconstruido y rescatado Templo de Santa Bárbara, con la presencia del señor presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez, a quien agradecemos su decisión y empeño por la restauración de esta magnífica obra de arte y devoto lugar de culto.

Hemos querido separar aquella inauguración oficial de esta de hoy que es una celebración litúrgica de carácter espiritual, conocida en la Iglesia como el Rito de la “Dedicación del Templo”.

Escogimos esta fecha por una única razón: un día como hoy, el 4 de febrero del año 1813, en este templo fue bautizado nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte y Diez, figura central en el nacimiento de la República Dominicana como nación independiente y que representa para nosotros un patricio, un ciudadano y un hombre de fe que supo armonizar sus ideales con la fe en un Dios Todopoderoso cuya luz debía irradiar el proyecto de nación que impulsó con su vida y con sus hechos.

  1. Dedicación de la Iglesia Santa Bárbara.

Restaurado ya este templo, con todas sus características históricas y artísticas, hoy lo dedicamos a Dios.

¿Qué entendemos por la Dedicación de un Templo a Dios? Significa que su uso está reservado a las cosas de Dios, que es un lugar sagrado exclusivo para Dios y para el bien espiritual y pastoral de la comunidad de bautizados que aquí se congrega.

Cierto que es una obra de arte de gran admiración y atracción turística para locales y extranjeros; un monumento declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1990. Pero lo más importante ahora es que este Templo está “dedicado a Dios”. Que se ha convertido en un lugar de oración, una casa de oración, en un espacio para el encuentro con Dios, para que la comunidad cristiana viva y cultive aquí su fe. Es un espacio de Iglesia para fortalecer la vida espiritual.

  1. La Iglesia Santa Bárbara Catedral Castrense.

La Diócesis Castrense.

Cuando se habla de Diócesis en la República Dominicana, normalmente se piensa en once (11) Diócesis. Mucha gente no sabe que hay una Diócesis Castrense y que, por lo tanto, son 12 Diócesis.

La Diócesis Castrense tiene un carácter personal. Abarca todo el territorio nacional y más allá. Donde quiera que estén presentes los miembros de los institutos castrenses (el Ejército de la República Dominicana, la Armada Dominicana, la Fuerza Aérea Dominicana, la Policía Nacional, las instituciones de seguridad que sirven al país con sus familias, empleados y dependientes, quienes reciben un servicio en algunas de sus dependencias o quienes frecuentan permanentemente por algún motivo estos espacios, todos son miembros de esta gran Diócesis Castrense, en cuanto a número, una de las más grandes del país).

Tenemos, pues, un pueblo numeroso al que la Iglesia está llamada a servir y alimentar su fe, dentro de las peculiaridades que caracterizan la vida militar y policial, razón por la cual se les ha creado una jurisdicción eclesiástica especial.

  1. La identidad de la Diócesis Castrense.

En toda Diócesis hay un Obispo (cabeza) como Pastor propio, que tiene la tarea de enseñar, santificar y pastorear personalmente o a través de sus delegados.

Algunas de las razones que evidencian una debilidad en la identidad de la Diócesis Castrense en la República Dominicana son:

  • El obispo castrense es, al mismo tiempo, el arzobispo de Santo Domingo.
  • No hay sacerdotes propios de la Diócesis, apenas dos, por ahora. Casi la totalidad de los capellanes son sacerdotes que pertenecen a las Diócesis territoriales. Gracias a Dios tenemos ahora 5 seminaristas que, esperamos, puedan en un futuro ordenarse como sacerdotes propios de la Diócesis Castrense.
  • La Catedral Castrense era, hasta hoy, la Catedral Primada de América.

 

Desde mi nombramiento como obispo castrense estamos hablando de “crear la identidad de la Diócesis Castrense”, pues es una Iglesia particular y, como tal, tiene la misión de realizar la Iglesia ahí donde está enclavada y con el pueblo que la integra.

 La Catedral es el templo central y principal de una Diócesis. El nombre de Catedral viene de “Cátedra”, lugar donde el obispo pastor realiza la triple misión de enseñar, santificar y pastorear al pueblo que le ha sido confiado. Con la elevación de este Templo a Catedral Castrense la Diócesis da un paso de crecimiento en el sentido de su identidad.

En adelante se organizarán aquí los servicios propios de la Diócesis Castrense, sumados a los servicios parroquiales. El padre Nelkys, que es el rector del Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia, seguirá como párroco de Santa Bárbara hasta que podamos integrar ambos servicios. La comunidad parroquial de Santa Bárbara seguirá su vida normal, con el propósito de seguir creciendo.

En cuanto a los servicios como Catedral Castrense, estamos organizando la atención permanente a los militares y policías. Nos proponemos que cada domingo haya una celebración con la participación de una de las instituciones. Todos los servicios institucionales castrenses que, por las razones antes expuestas, se celebraban en la Catedral Primada deben, en adelante, organizarse en esta Catedral Castrense.

El 26 de este mes comienza la Cuaresma. Quisiera que en cada institución castrense se prepare un grupo para ser bautizados en la Vigilia Pascual. Y a partir de ahí, espero que cada año en esta fecha se celebren bautismos de militares y policías, para conmemorar el Bautismo de Duarte y celebrar el aniversario de la Dedicación de la Catedral.

Deseo, además, que para la Solemnidad de Pentecostés le sea administrado aquí el Sacramento de la Confirmación a un gran grupo de militares y policías.

De seguro que vamos a tener más trabajo, por lo que nos encomendamos a San Miguel Arcángel, a Nuestra Señora del Amparo, a Nuestra Señora del Carmen, a San Judas Tadeo y a la misma Santa Bárbara, patrona de la Diócesis Castrense.

Ave María Purísima