Con la participación de Patricia Sandoval, conferencista internacional.
Santo Domingo, Rep. Dom. La Comisión Nacional de Pastoral de Vida de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), presidida por monseñor Víctor Masalles, obispo de Baní, y la Vicaría Episcopal Familia y Vida de la Arquidiócesis de Santo Domingo celebraron el 30º aniversario de la defensa provida en la República Dominicana con diversas actividades que contaron con la participación de la conferencista internacional provida, Patricia Sandoval, del 27 al 30 de octubre.
Mercedes Núñez de Avilés, secretaria ejecutiva de la Pastoral de Vida de la CED, explicó que los inicios de este movimiento se remontan a 1992 cuando el fenecido sacerdote Luis Rosario emitió un comunicado que motivaba a defender la vida ante la discusión del Código de Salud. En ese mismo orden, se refirió a la realización del Primer Congreso por la Familia y la Vida en 1993, entre otras acciones que a lo largo de los años han ayudado a mantener la penalización del aborto.
Dentro de las actividades, se llevaron a cabo conferencias y visitas a los medios, donde la también escritora Sandoval compartió su testimonio sobre cómo Dios transformó su vida y se convirtió en una activista provida, luego de vivir las consecuencias del aborto y trabajar en la organización estadounidense Planned Parenthood.
En ese sentido, la conductora del programa «Informe Provida» de EWTN explicó que cuando los promotores del aborto hablan sobre dicho procedimiento mienten al referir que la criatura es solo un “conjunto de células” y no una vida a la que hay que respetar. De igual modo, sobre la educación sexual omiten múltiples informaciones, como la tasa de fallo de los anticonceptivos, los efectos de las pastillas abortivas, el proceso para realizar un aborto y los traumas que se derivan de este.
Las actividades finalizaron el domingo 30 con el rezo de un rosario en los alrededores del monumento al Niño por Nacer, inaugurado el 25 de marzo de 2004, y la celebración de una Eucaristía presidida por Mons. José Amable Durán Tineo, obispo auxiliar de Santo Domingo, quien pidió para que esta misión de la Iglesia continúe la defensa de la vida, tanto de la madre como la del niño por nacer.