Prensa Celam. Comenzó la 38ª Asamblea General Ordinaria del Celam, la primera en la historia del organismo efectuada en modalidad virtual, atendiendo a las condiciones que atraviesa el continente por los efectos de la pandemia del covid-19.
Al evento acuden 85 personas, entre miembros de la presidencia, representantes de la Santa Sede, presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, delegados de los episcopados, obispos asesores, representantes de las agencias de cooperación, conferencistas e invitados especiales.
La 38ª Asamblea General del Celam busca presentar el proceso de renovación y reestructuración del organismo, tarea encomendada a la actual Presidencia desde su elección en Tegucigalpa, en mayo de 2019; una labor que se ha desarrollado con el apoyo de un grupo de obispos asesores. Como parte de la agenda se presentará la propuesta, los avances y testimonios de quienes han liderado el proceso desde diversas áreas y lugares del continente.
El apoyo de la Iglesia universal
La ceremonia de instalación comenzó con las palabras de bienvenida del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, quien reconoció que este proceso no es algo cerrado, subrayando que el Celam debe ser un “centro propulsor de la conciencia misionera, de la conversión pastoral permanente, como Iglesia en salida y sinodal, caminando eclesialmente con el Pueblo de Dios y las Conferencias Episcopales”.
Así mismo explicó que el organismo ha enmarcado el proceso de renovación y reestructuración en la teología del “Concilio Vaticano II, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida y el Magisterio del Papa Francisco”, que tiene como base los cuatro sueños proféticos de la exhortación Postsinodal Querida Amazonía.
Acto seguido la secretaria general de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), la hermana Daniela Canavina, dirigió un espacio de contemplación tomando como base la oración de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.
Antes de dar paso a los trabajos de reflexión se compartieron los mensajes del Nuncio Apostólico de su santidad en Colombia, Monseñor Luis Mariano Montemayor, quien manifestó su cercanía a los miembros de la Asamblea exhortándolos a dejarse guiar por el Espíritu Santo en la tarea de discernir adecuadamente frente a la misión de renovar la estructura del Celam.
De la misma forma, el prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet, expresó su confianza para que “los frutos de esta asamblea eclesial después de un tiempo de escucha y reflexión, sean signo de una Iglesia en continua conversión pastoral y misionera que crece en la vivencia y la transmisión de la fe, la esperanza y la caridad“; teniendo presente que el cambio de las estructuras es fruto de la misionariedad y es esta experiencia la que motiva la transformación de las estructuras caducas a las nuevas. De lo contrario solo se hablaría de un estudio organizacional, un análisis funcional que margina los frutos de la misión paradigmática.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, Monseñor Rubén González, animó a los presentes a desarrollar su trabajo pensando en las comunidades de cada uno de los países y sus necesidades pastorales.
Un proceso en marcha
Las reflexiones se iniciaron con la intervención de Mauricio López, quien propuso una meditación sobre la memoria agradecida de todos los pasos que ha implicado el proceso de renovación y reestructuración del Celam.
Posteriormente el doctor Agustín Salvia se refirió a la cuestión social de América Latina y el Caribe en el contexto del covid-19, mientras que Austen Ivereigh centró su reflexión en una mirada contemplativa de la realidad desde las prioridades pastorales del Celam a la luz de Aparecida, asumiendo una visión universal y de esperanza en prospectiva hacia el 2031-2033.
Al respecto, el periodista británico señaló que “el intento de generar una Iglesia sinodal ha sido el aporte más importante del pontificado de Francisco”, reconociendo la claridad y la audacia de las propuestas” elaboradas para concretar el proceso de renovación y reestructuración del Celam.
No obstante, advirtió sobre la importancia de trabajar en la conciencia de que, por la unción del Espíritu Santo, la Iglesia latinoamericana es ahora la fuente de la Iglesia universal, y que los procesos sinodales que se han puesto en marcha aquí no son exclusivamente para el bien del pueblo y la Iglesia latinoamericanos, sino que son un tesoro para la Iglesia universal.
Finalmente, la jornada concluyó con la iluminación que correspondió al Padre Carlos María Galli, coordinador del Equipo de Reflexión teológico-pastoral, quien abordó los fundamentos teológicos, eclesiológicos y pastorales del proceso de renovación y reestructuración del Celam.