Considero que el espíritu de la Navidad no ha muerto, pero sucede que el empeño mercantil hace más alboroto y tiene “mejor prensa” …
Todavía hay gran cantidad de personas que, como los humildes pastores de Belén, gozan espiritualmente a causa del Niño recién nacido en la pobreza de un pesebre. Y motivados por este regalo, le dan gracias a Dios, celebran con sus familiares y van en auxilio del prójimo. Esa es la verdadera Navidad, la que se expresa también en la nostalgia de los que están lejos de la tierra que los vio nacer, y procuran el encuentro con los suyos, movidos por el deseo de compartir.
Creo que en nuestra gente todavía queda mucho de eso, aunque hay que reconocer que soplan vientos muy fuertes que pretenden aniquilar el espíritu de la Navidad. Mayormente vientos de donde la Navidad ya casi no se mienta por su nombre, porque huele a Cristo. Ahora se dice “Felices fiestas”, que puede ser cualquier cosa.
En cuanto a nosotros, debemos esforzarnos por preservar los auténticos valores de nuestro pueblo, como lo es el verdadero espíritu de la Navidad.
Deseos para el Año Nuevo
1.- Me gustaría ver consolidada efectivamente la EDUCACIÓN, en todos los niveles: familiar, escolar, superior… Con un manejo pulcro de los dineros destinados a ese fin.
2.- Desearía ver priorizado el cultivo de los VALORES, especialmente el RESPETO a la DIGNIDAD de la persona humana.
3.- Quisiera ver brillar, como una cualidad cimera, la HONESTIDAD: en los servidores públicos y en la vida privada, especialmente en los jóvenes.
4.- Que toda la ciudadanía reconociera la obra abnegada de militares y policías, en bien de la Patria, y que las autoridades competentes lograran extirpar finalmente el tumor maligno de la corrupción que enferma a una parte de esos cuerpos, así como a otros estamentos de la sociedad.
5.- Que no haya necesidad de REPATRIACIONES desde nuestro territorio; y si la hubiere, que se lleve a cabo con estricto apego a las leyes y con absoluto respeto a la dignidad de la persona humana.
6.- Que, en un AÑO PREELECTORAL, tanto los partidos políticos como la ciudadanía en general, mostremos la suficiente madurez en los procesos y acciones de la vida democrática, procurando siempre y por encima de todo el BIEN DE LA PATRIA, es decir, de todos los hombres y mujeres que conformamos la República Dominicana.
Deseo que Dios nos dé una bendecida Navidad y un Año Nuevo lleno de sabiduría.
+ Freddy Bretón
Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano